Al iniciar tu vida laboral es importante comprender cómo funcionan las tarjetas de crédito (TDC) y utilizarlas de manera responsable. Una tarjeta de crédito bien manejada es una herramienta valiosa para establecer un historial crediticio sólido que te ayude a obtener tus primeros bienes y administrar mejor tus finanzas personales.
En este artículo, compartiremos contigo algunos consejos y mejores prácticas para garantizar un buen uso de tu tarjeta de crédito, especialmente diseñados para jóvenes que están incursionando en el ámbito laboral.
¿Qué es una tarjeta de crédito?
Una Tarjeta de Crédito es un valioso instrumento financiero que, basado en una evaluación crediticia personal y en tus ingresos, te otorga un monto denominado “Cupo de Tarjeta”. Este monto te permite hacer compras que pueden ser pagadas en la fecha de facturación o emisión de tu estado de cuenta de la tarjeta de crédito.
El cupo otorgado debes recordar que no es una extensión de tus ingresos, sino que una obligación de pago futuro definido por el uso que haces del producto y que se te exige en el estado de cuenta.
Es muy importante que para un buen uso de la tarjeta de crédito, esta debe ser pagada en su totalidad en la fecha de facturación (o hasta antes del vencimiento de esa facturación) para evitar generar intereses o comisiones adicionales.
Algunos comercios y bancos tienen convenios, eso te puede permitir diferir tu compra a cuotas o meses, no obstante, el monto total de la compra es descontado de tu saldo desde el inicio y se va liberando conforme pagas.
Tips y mejores prácticas para el buen uso de tu tarjeta de crédito:
Si quieres aprender más sobre qué son las tarjetas de crédito y cómo puedes usarlas para crear un buen historial crediticio que te permita acceder a montos de financiamiento más grandes y ser catalogado como un usuario de bajo riesgo por las instituciones crediticias, aquí te dejamos unas recomendaciones:
Establece un límite de gastos: Asegúrate que tus gastos mensuales se ajusten a tus necesidades y capacidad de pago. Si tienes un límite de crédito demasiado alto y lo usas en su totalidad, el resultado podrían ser deudas difíciles de manejar. Aprende a gastar con prudencia.
Los expertos recomiendan no hacer uso de más del 30 % del saldo total de tu tarjeta de crédito, esto solamente en compras planificadas y no por impulso. Toma el tiempo para buscar las mejores ofertas y asegurarte que tendrás cómo pagar a tiempo. Evita el estrés financiero.
Crea un presupuesto mensual: Elabora un presupuesto detallado que incluya tus ingresos y gastos mensuales. Esto te ayudará a tener una idea clara de cuánto puedes permitirte costear con tu tarjeta de crédito sin comprometer tus finanzas personales.
La regla del 50-30-20 establece que uno debe destinar la mitad de su sueldo para cubrir todos los gastos necesarios (vivienda, transporte, comida, suministros, etc.) mientras que el 30 % debe aplicarse para los gastos por gusto (ir a comer, cine, salidas con amigos, ropa, etc.) y el 20 % restante se debe ahorrar para cualquier imprevisto.
De esta forma estarás haciendo un buen manejo de tus finanzas personales y protegiéndote desde todos los ángulos. Descarga aquí la plantilla para hacer tu presupuesto mensual.
Realiza los pagos a tiempo: Es fundamental pagar el saldo total de tu TDC antes de la fecha de vencimiento para evitar cargos por intereses y comisiones adicionales, si solo das el pago mínimo tu deuda crecerá y en realidad, no estás abonando a capital.
Configura recordatorios o cubre la cuota total cada que tengas el dinero de tu salario, ten en mente que la fecha de pago se puede adelantar un día o dos, si se atraviesan fines de semana.
Los retrasos en los pagos afectan negativamente tu historial crediticio y dificultan futuras solicitudes de crédito, aunque sea solo por un día, en tu reporte de crédito quedará registrado y los intereses y gastos de cobranza estarán presentes.
Utiliza la tarjeta de crédito con prudencia: No uses tu tarjeta de crédito para compras impulsivas o gastos innecesarios, pregúntate si realmente necesitas el artículo o servicio y si podrás pagarlo cómodamente cuando llegue el estado de cuenta.
Tomate un par de días para pensar si necesitas adquirir lo que tienes en mente, verás que después del impulso del momento lo piensas todo con mayor claridad. Tampoco te tomes a la ligera las cuotas sin interés porque pueden llegar a ser tan altas y molestas como el pago de contado.
Mantén un seguimiento de tus gastos: Lleva un registro detallado de tus transacciones y revisa regularmente tu estado de cuenta. Esto te permitirá identificar y controlar cualquier gasto no autorizado o errores. Además, podrás evaluar tu patrón de compras y ajustar tu presupuesto en consecuencia.
Evita retirar efectivo con tu tarjeta de crédito: Aunque las TDC te permiten realizar retiros de efectivo en cajeros automáticos, evita hacerlo en la medida de lo posible.
Los retiros de efectivo suelen estar sujetos a tasas de interés de acuerdo al monto que solicitas. Utiliza tu tarjeta de crédito principalmente para compras en establecimientos y realiza retiros de efectivo solo en situaciones de emergencia.
No prestes tu tarjeta: Suena muy fácil y lo es, pero hay muchas razones por las que una persona deja de pagar y no solamente por falta de voluntad. No prestes tus tarjetas a amigos o familiares, ya que solamente tú pagarás las consecuencias en caso de uso indebido o incumplimiento de pago.
No tengas demasiadas tarjetas de crédito: Después de un tiempo de buen uso, probablemente el emisor de la tarjeta (u otros bancos) te llamen para ofrecerte otro plástico con el mismo monto, esto puede favorecer el sobreendeudamiento.
Lo mejor sería rechazar dicha oferta hasta que te sientas preparado para manejar un monto de crédito mayor, de esta forma, lograrás que el crédito autorizado que ya tienes aumente de forma orgánica y tu historial de crédito sea beneficiado.
Otras consideraciones que también te servirán son:
- Utiliza una clave que no sea fácil de suponer o adivinar.
- Cuando uses cajeros automáticos protégete de no ser visto y no aceptes ayuda de extraños.
- Cuando estés en establecimientos y quieras pagar algo, no permitas que se lleven tu tarjeta, jamás la pierdas de vista.
- No pases fotos de tu tarjeta por internet y trata de limitar el cupo para esa compra, además de no exponer tu cupo completo en sitios desconocidos.
- En compras por internet utiliza tu tarjeta de crédito digital.
- En caso de robo o extravío, llama al banco para levantar el reporte o hazlo desde tu app bancaria.
- Recuerda que el banco nunca te llamará para pedir claves, ni datos personales.
- Si recibes una llamada de ‘tu banco’ diciendo que alguien está gastando con tu tarjeta de crédito, cuelga y revisa en la app que no existan dichos cargos o llama al número oficial del banco para cerciorarte de dicha información. Esta es una forma común de fraude.
- Si fuiste víctima de fraude por internet, denuncia.
Las tarjetas de crédito son herramientas valiosas para establecer un historial crediticio sólido y administrar tus finanzas personales, de acuerdo a CNN Chile, el 55 % de los chilenos no tiene un historial sólido y por ende, no puede acceder a créditos.
Una vez que tengas tu primer TDC es esencial utilizarlas con responsabilidad y seguir las mejores prácticas mencionadas anteriormente. Además de que uno de sus tantos beneficios es la participación en los programas de lealtad para acumular puntos, kilómetros, entre otros.
Al seguir estas recomendaciones, estarás en el camino correcto para aprovechar al máximo sus beneficios y evitar problemas financieros innecesarios.
Recuerda que el buen uso de tu tarjeta de crédito te permitirá construir un futuro financiero sólido y prometedor. ¡Comienza hoy!
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