Guía de buenas prácticas financieras para emprendedores
Uno de los principales desafíos de los emprendedores es cómo administrar las finanzas de una pequeña y mediana empresa (pyme). Esta guía contiene tips para emprendedores, buenas prácticas de administración de pymes y consejos para evitar errores y hacer crecer tu negocio.
En Chile hay poca información financiera para dueños de pymes, emprendedores y administradores de estas empresas.
No es común contar con un departamento administrativo y el dueño del negocio termina creyendo que este punto no es tan relevante.
Muchas veces la urgencia de la realidad y la necesidad tomar acción en el momento, pueden jugar una mala pasada y llevar a decisiones equivocadas.
No revisar el inventario, usar la cuenta del negocio para fines personales –y viceversa– o no estar al tanto del flujo del efectivo, son errores comunes que hacen fracasar estas empresas.
La razón es no tomar decisiones financieras sostenibles. Y una mala administración conlleva altos gastos y pérdidas.
Por ello, es fundamental que el dueño o administrador de una pyme sepa cómo opera el sistema financiero a la hora de pedir un crédito comercial o extender la línea de crédito de la empresa, por ejemplo.
Por eso queremos compartir contigo tips para emprendedores, buenas prácticas de administración y los principales errores de los emprendedores.
Esperamos que esta guía de buenas prácticas financieras para emprendedores te sea de utilidad para hacer prosperar tu negocio.
I. 6 puntos a evaluar cuando pidas un crédito para tu pyme
Si quieres empezar con tu propio negocio –o ya lo iniciaste– es probable que debas pedir un crédito para pymes, ya que toda empresa necesita dinero extra en períodos específicos en su ciclo de vida.
Sin embargo, muchas empresas de este tamaño solicitan créditos aunque tengan pérdidas financieras o estén sobre endeudadas.
Esto disminuye sus posibilidades de obtener el préstamo.
Por eso antes debes evaluar varios aspectos de tu negocio, ya que el banco te solicitará documentación y pruebas de que la empresa está funcionando bien, como:
- Estado contable y tributario
- Resultados anuales
- Proyecciones de crecimiento
- Situación del mercado
- Flujos del negocio
Aquí explicamos los factores que una pyme debe tener en cuenta antes de pedir un crédito:
1. Historial crediticio
Si el dueño de la pyme tiene un crédito vigente y lo paga dentro de los plazos estipulados, su “historia de vida financiera” le jugará a favor cuando acuda nuevamente a una institución financiera a solicitar otro préstamo.
Sin embargo, si el pago de la deuda es normalmente fuera de tiempo, con retrasos, de forma parcial, incumpliendo las condiciones, etc., esto daña el historial financiero.
Aunque la persona lleve años en el banco, o haya pedido muchos créditos y los haya pagado todos, es el hábito el que cuenta.
Por ende, un mal historial crediticio le pasará la cuenta la próxima vez que pida un préstamo.
Cambiarse a una institución financiera nueva o ir a otro ejecutivo que desconozca estos antecedentes es una solución temporal que sólo prolongará el problema.
Aunque lleves años en tu banco, o hayas pedido muchos créditos y los hayas pagado todos, es tu hábito de pago lo que cuenta
2. Crédito vigente
Las pymes que ya cuentan con líneas de crédito o tarjetas de crédito de uso empresarial deben evaluar el estado de esos fondos disponibles.
También deben evaluar las garantías y respaldos asociados, y capacidad de pago antes de solicitar un nuevo préstamo.
Por lo general las empresas acuden al banco cuando ya coparon la tarjeta o línea de crédito. Esto también suele ocurrir cuando están atrasadas con los pagos de su deuda actual.
Si este es tu caso, lo primero que hará la institución será evaluar el historial crediticio de la empresa y cuántas deudas tiene.
Es poco probable que un banco te preste dinero si como dueño de una pyme pides un crédito para pagar deudas de terceros
Si el banco se abre a prestarte dinero nuevamente, solicitará nuevas garantías de que podrás pagar el nuevo préstamo.
Esto incluye equipos u otros activos de la empresa. Este punto es muy importante: si la pyme no puede cumplir con las garantías del nuevo préstamo, arriesga un embargo en caso de no pago.
Un dato adicional: en ocasiones, el dueño de la empresa pide otro crédito porque ya no puede pagar las deudas de otros (familiares a su cargo, empresas asociadas o socios).
Es poco probable que el banco se arriesgue a entregar dinero en estas ocasiones.
3. Repactación de deuda
Es un factor muy ligado a los puntos 1 y 2, sobre todo si tu pyme está “con el agua al cuello”.
Antes de solicitar un nuevo crédito debes conocer el verdadero estado de cuenta de la empresa, la situación de pago de los contratos y su presupuesto.
Con esta radiografía financiera, será posible evaluar si la consolidación de la deuda que ya está vigente es una alternativa factible.
Como explica el Sernac Financiero, repactar una deuda es un acto “voluntario” de parte de los acreedores para ayudar al deudor a cumplir con sus obligaciones.
Esto incluye renegociar nuevos plazos de pago, intereses o cuotas.
Pero no te confundas: consolidar la deuda en un solo gran crédito puede reducir la presión por un tiempo, pero no resuelve el problema en forma definitiva.
Cabe resaltar que repactar conlleva un encarecimiento de la deuda, puesto que el acreedor normalmente solicita tasas un poco más altas e incurre en nuevos gastos de cobranza por el mayor plazo que le otorga al deudor.
4. Claridad en el negocio
La pyme debe ser capaz de acreditar correctamente el destino de los fondos del nuevo crédito (caja, inversión, expansión, modernización, etc.) o bien explicar su uso mediante documentación.
Muchas veces las personas llegan al banco con presupuestos mal hechos, papeles desordenados o incompletos, que reducen sus posibilidades de obtener el préstamo.
Además, al banco le debe quedar claro cuál será la fuente de ingresos que permitirá pagar el crédito, es decir, que exista claridad sobre la fuente de pago.
Para el banco es importante saber cómo los flujos calzan con los ciclos del negocio. La pyme debe tener esto claro cuando solicite un nuevo préstamo para la expansión o creación de un nuevo negocio.
Por eso es importante que la empresa cuente con los documentos adecuados y bien hechos (cotizaciones, informes de factibilidad económica, proyecciones de resultados, etc.)
Muchas pymes solicitan un crédito antes de haber hecho un estudio de mercado minucioso. Estos emprendedores se dejan llevar por “modas” o intuición.
Incurrir en un compromiso financiero solo por esto es complicado. un estudio de mercado debe comprender los riesgos inherentes de su negocio, así como la situación del mercado externo y tendencias.
Recomendamos que el emprendedor dedique más tiempo a investigar y evaluar si hay un nicho u oportunidad. Aquí la tarea es 100% responsabilidad de la persona que busca emprender.
5. Informarse sobre la tasa de interés del banco
Son innumerables las ocasiones en que las pymes solicitan al banco que les aplique la misma tasa de interés que usa el Banco Central, porque vio en las noticias de que ésta bajó.
El BC usa la Tasa de Política Monetaria (TPM) para ejecutar la política monetaria del país, con el fin de controlar la inflación (costo del dinero), como bien explica la empresa de servicios financieros LarrainVial.
Es una tasa de referencia para las operaciones interbancarias, no para préstamos. Todo banco está en toda libertad de utilizarla como referencia o no para sus servicios de deuda que ofrece a personas o empresas.
Por eso, antes de hacer una solicitud formal de crédito, la pyme debe conocer las tasas con las que está trabajando su banco.
Además, el hecho de que las tasas bajen no significa que sea buen momento para pedir un crédito, sobre todo si el país está en una situación de bajo crecimiento económico.
Son innumerables las ocasiones en que las pymes
solicitan al banco que les aplique la misma tasa
de interés que usa el Banco Central,
porque vio en las noticias de que esta bajó.
6. Evitar los impulsos
El dueño quiere comprar una nueva tecnología o maquinaria que haría maravillas con el negocio.
Ciertamente, renovar equipamiento y modernizar los procesos internos de la empresa son siempre bienvenidos para mejorar la competitividad.
Sin embargo, la pyme debe primero evaluar si está aprovechando todos los bienes y servicios que ya tiene antes de involucrarse en un nuevo préstamo.
Esto incluye revisar el retorno sobre la inversión (ROI) de todas las inversiones que ha hecho a la fecha.
Cuando responde a impulsos, la pyme no hace un aporte de capital suficiente para la compra de esta inversión, y busca financiar todo a través del crédito. Normalmente, esto es evidencia de la mala organización financiera de la empresa. ¡Ten mucho cuidado!
II. ¿Usas la cuenta corriente de tu empresa para fines personales?
Imagina que has obtenido el crédito que deseabas para tu pyme. Ahora debes tener claridad de cómo administrar los fondos para no caer en errores comunes y a su vez peligrosos, como utilizar la cuenta de tu negocio para cubrir gastos personales.
Como ya lo mencionamos al inicio de esta guía, uno de los principales motivos del fracaso de las pymes es la falta de administración adecuada por no saber separar las finanzas personales de las del negocio.
Si una persona es dueña de su pyme, es fácil pensarlo de este modo: soy dueño de mi negocio, por lo mismo el dinero que entre y salga será mío y su administración de mi responsabilidad.
Es cierto, pero esto no quiere decir que utilizar la cuenta para cubrir los gastos personales sea una buena práctica, empezando por la organización. Para tener un negocio exitoso, se debe comenzar por tener un orden, especialmente de los gastos.
¿Te imaginas usar la cuenta de tu negocio para pagar el agua, la luz o el arriendo? Sin duda que se generaría un desorden en tu administración, y lo más probable es que no logres calcular cuáles fueron los gastos y ganancias en tu empresa.
Hay tres motivos por qué algunos emprendedores
usan la cuenta corriente de su empresa
para cubrir gastos personales
Existen al menos tres motivos equivocados por los que algunas personas utilizan la cuenta del negocio para cubrir gastos personales, como los siguientes:
- Siempre se contará con un respaldo económico en el saldo de la cuenta de mi pyme en caso de necesidad personal.
- El hecho de tener una cuenta especial de mi pyme me permite obtener ventajas de mejores condiciones con comisiones más bajas y acceso a tarjetas a costo cero, por lo que puedo acceder a nuevos beneficios para mi uso personal.
- Si tienes suficiente dinero en la cuenta bancaria del negocio, puedo usarlo para pagar obligaciones personales como mensualidades, la compra del supermercado de la semana, incluso, cuando gana la tentación y la avaricia de querer tener cosas para nosotros con dinero que es del negocio.
Sin embargo, las ventajas en no utilizar la cuenta de tu negocio para fines personales ¡son muchas!
Tener claridad de tu “sueldo” percibido: puede sonar extraño hablar de sueldo si soy dueño de mi negocio, pero es un factor muy importante para que este sea efectivamente rentable.
Si no separas tus gastos personales con los de tu empresa, difícilmente podrás tener claridad de cuánto estás ganando con tu pyme.
Puedes calcular tu sueldo estableciendo como nómina el 80% de las ganancias (el 20% restante lo puedes considerar como dinero auxiliar para futuras compras necesarias para tu negocio).
De este modo, podrás tener claridad de cuál es la rentabilidad real de tu actividad una vez descontado lo que quieres ganar. ¡Recuerda no hacer gastos personales con esta cuenta!
Aprobar la inspección de Hacienda: si estás empezando con tu negocio, no temas a la llamada “Inspección de Hacienda”, es un proceso habitual para todos los emprendedores autónomos.
Uno de los principales motivos del fracaso de las pymes es la falta de administración adecuada por no saber separar las finanzas personales de las del negocio
Según estimaciones, un 75% de la plantilla de inspectores se dedica a supervisar a los independientes, por lo mismo es tan importante tener dos cuentas separadas.
Esto te permitirá controlar mejor tus gastos e ingresos, lo que ayudará a que tu libro de contabilidad esté limpio y así evitar problemas, como por ejemplo, si se notifica que tu negocio tiene muchos más gastos que ganancias, se puede interpretar como que estás ocultando ingresos y metiendo gastos de más.
No exponer tu negocio a una situación de riesgo: si en alguna oportunidad decides hacer una ampliación física de tu negocio, lo más probable es que pidas un préstamo.
El problema está en que si no tienes un orden y utilizas el dinero de tus ganancias para otros fines, puede que finalmente no pueda pagarlo. Como consecuencia de esto, tu negocio puede estar en riesgo.
Para no caer en este error, te recomendamos que si vas a pedir un préstamo, utilices el dinero percibido sólo para los gastos de éste, y como segundo consejo, si tu negocio arroja más dinero de lo que se esperaba en un periodo de tiempo, intenta ahorrarlo o reinvertirlo.
En ocasiones, el éxito no dura para siempre.
III. Por qué no debes usar tu cuenta corriente personal para tu negocio
Así como hay personas que utilizan la cuenta de su negocio para fines personales, también hay quienes ocupan la cuenta corriente personal para administrar los dineros de la empresa. Te explicamos por qué esto se puede convertir en una muy mala práctica.
Muchos emprendedores en Chile adoptan esta técnica mientras esperan la respuesta del banco sobre su solicitud de una cuenta corriente empresas, o bien porque el banco rechazó su requerimiento. Otras veces es para ahorrar costos porque no quieren tener cuentas separadas.
Sin embargo, lo que comienza como una práctica temporal termina convirtiéndose en un mal hábito del cual cuesta desprenderse.
Aunque seas la persona más organizada financieramente, usar tu cuenta personal para administrar las platas de tu empresa terminará perjudicando al negocio porque:
- Cuentas poco claras. Estás mezclando el dinero personal con los de la empresa. Aunque al inicio muchos emprendedores usan el ingreso del negocio como “sueldo”, puede prestarse para malos entendidos y generar confusiones contables y tributarias.
- Menor puntaje. Los movimientos de dinero y pagos de deudas sólo dejarán marca en tu historial financiero personal, mientras que tu empresa no tendrá su propio historial para mostrar al banco.
- Malas juntas. Si tu historial financiero está dañado por sobreendeudamiento o malos hábitos de pago de préstamos, esto dañará las oportunidades de tu empresa al solicitar un crédito comercial.
- Adiós al saldo mínimo. Dado que estarás ocupando el dinero en la cuenta para costear tus gastos personales y las cuentas de la empresa, es muy posible que ocupes todo el dinero y nunca quedes con un colchón.
- Sobreendeudamiento. Si tienes contratados el pago PAC o PAT, tanto tus deudas personales (crédito, tarjeta, línea de crédito) como las de tu empresa podrían ser automáticamente descontadas desde la misma cuenta corriente, lo que puede generar mayor estrés y sobregiros en la línea de crédito o línea de emergencia.
- Incomodidad para clientes. Muchos clientes cuestionarán por qué están escribiendo un cheque o haciendo una transferencia a una cuenta personal, en vez de a una cuenta con el nombre del negocio. Incluso, puede restar seriedad al negocio.
Aunque seas la persona más organizada,
usar tu cuenta personal para administrar
las platas de tu empresa terminará
perjudicando al negocio
- Separa las aguas. En tu mismo banco, solicita una cuenta vista para administrar ahí tu dinero personal. Reduce la posibilidad de mezclar dineros y deja la cuenta corriente con sus tarjetas y líneas asociadas solo para la gestión de tu empresa. Te resultará más fácil todavía si eres una pyme.
- Prepaga tus deudas. Aprovecha de ordenar tus finanzas personales, prepagando la mayor cantidad de deudas inmediatas que tengas (tarjeta de crédito y línea) y renegocia las cuotas de tu crédito para evitar potenciales retrasos.
- Mantén un saldo mínimo. Apóyate en el flujo constante de ingresos de tu empresa que entrará y saldrá de tu cuenta, fijando un monto mínimo como saldo mensual. Descarta ese colchón para gastos y tenlo en mente solo para necesidades de la empresa.
- Arma tu propia cartola. Sácale el jugo a la cartola del banco para ordenar tus ingresos, separando los gastos y abonos. De esta, crea tu propia cartola personal y una paralela para la empresa en un Excel, y anda viendo cuánto ocupas tu cuenta para fines propios en comparación con los de tu negocio.
- Separa tus cuentas por pagar. Aprovecha que casi todos los servicios básicos te dan la opción de pagar las cuentas mediante el descuento directo en tu cuenta corriente o tarjeta de crédito (PAC o PAT). Asigna uno para tus cuentas de la empresa y el otro para tus cuentas personales.
- Personaliza las transferencias. Pídele a tus clientes que en la descripción de sus transferencias electrónicas estipulen claramente que se trata de un pago a la empresa. Haz lo mismo con tus transferencias personales, asignándoles una clasificación o terminología que sea fácil después para ti identificar.
Todas estas buenas prácticas te ayudarán a reducir la posibilidad de confusiones y malos entendidos con tu banco, tus clientes, y tus cuentas personales.
Y siempre ten en mente que todo lo que hagas o deshagas con tu cuenta corriente puede beneficiar o dañar tu historial financiero como persona y como emprendedor.
IV. 7 tips para pagar tu tarjeta de crédito para empresas
Insumos, materias primas, consultorías, inventario, viajes, gastos de representación... Estos son solo algunos gastos de una empresa y, como bien sabe todo emprendedor, el flujo de caja es indispensable para cubrirlos.
El problema es que generar ganancias toma tiempo. Años en algunos casos. Mientras tanto, debes financiar el funcionamiento y los proyectos del negocio.
Por esta razón una tarjeta de crédito corporativa es una herramienta indispensable para todas las pequeñas y medianas empresas.
Usada con responsabilidad, puede ser un invaluable activo para tu pyme. Las ventajas de una tarjeta de crédito para empresas son varias:
- Muchos proveedores solo aceptan pagos con tarjeta de crédito
- Permiten administrar mejor tus gastos contra tu flujo de caja
- Ofrecen beneficios y recompensas que pueden agregar valor a tu negocio
- Ayudan a construir un buen historial para mejorar el puntaje crediticio de tu empresa
Sin embargo, también debes tener en cuenta los riesgos de una tarjeta de crédito para empresas. Mal manejadas pueden convertirse en un serio problema.
- Comprar en el momento en vez de juntar el dinero puede dejarte muy endeudado
- Los malos hábitos crediticios pueden tener implicancias tributarias y contables
- Su mal uso puede deteriorar tu calificación de riesgo para la banca, lo que te impedirá acceder a financiamiento cuando lo necesites
Si buscas cómo sacar el máximo provecho a este instrumento financiero, te tenemos una buena noticia: el truco es organizarte.
Sigue estos 7 tips para pagar tu tarjeta de crédito para empresas, que te ayudarán a ordenarte para sentar las bases de tu crecimiento.
1. Paga el total del saldo de tu tarjeta
Si el saldo de tu tarjeta de crédito para empresas es cero no pagas intereses, al menos con la mayoría de las tarjetas. Si dejas un saldo pendiente empiezas a pagar intereses de inmediato.
Esto es arriesgado, porque puede dificultar el pago del saldo el mes siguiente. Muchos emprendedores se preguntan “¿en qué momento me endeudé tanto?”. En muchos casos, su problema partió de esta forma.
2. Sé puntual en tus pagos
Cuando pagas después de la fecha de vencimiento activas un cobro por atraso, que se agrega al interés. Pero eso no es todo. También corres el riesgo de que te cobren más intereses y deteriorar tu puntaje crediticio.
Como ya dijimos, la clave es la organización: por ejemplo, reserva el primer viernes de cada mes para pagar el saldo de tu tarjeta.
3. ¡No mezcles tu cuenta empresarial con tu cuenta personal!
Esto es absolutamente clave. Como dueño de tu empresa puede ser tentador pagar gastos personales con tu tarjeta corporativa.
Nunca hagas esto: puede tener un impacto negativo en tus contratos, acceso a crédito, revisiones del SII y dificultar tu declaración de impuestos. Y además de desordenar tu contabilidad, incluso puede ser ilegal. Te recomendamos evitar esta mala práctica de raíz.
Ya sabes los motivos por qué utilizar tu cuenta
corriente personal para tu negocio puede ser un grave error, muchas veces porque administrar la tarjeta de crédito de una pyme puede ser una tarea aún más compleja.
4. Mantén tu tarjeta a resguardo
El cibercrimen es cada vez más común y afecta cada vez más a empresas financieras. Esto quiere decir que podrías exponerte si no controlas el acceso a tu tarjeta. No olvides la seguridad de tu oficina y guarda la clave de tu tarjeta celosamente.
Si la cuenta tiene asociado un pinpass o una tarjeta de coordenadas, también debes controlar el acceso a estos instrumentos. Si tienes empleados que necesitan una tarjeta para su trabajo, la mejor práctica es que cada uno tenga una tarjeta individual. De esa forma puedes identificar quién la usa y para qué.
5. Decide cuándo usar efectivo y cuándo usar crédito
La mejor forma de evitar los gastos excesivos es tener un plan. Hay cosas que conviene más pagar con cargo a la cuenta corriente de la empresa o la caja chica. Decide qué funciona para tu empresa y haz cumplir esta regla.
6. Revisa tu cartola y guarda los recibos
Revisar tu cartola es una de las mejores formas de detectar cargos fraudulentos. Aunque es tedioso, la única forma de estar completamente seguro es comparar los recibos de cada gasto con el detalle de la cartola.
7. No gastes de más
La mejor forma de controlar el gasto es definir un presupuesto y ceñirte a él. Para no salir de tus límites, haz proyecciones trimestrales y compáralas con tus ingresos. Así puedes mantener tus números en verde y controlar mejor el saldo de tu tarjeta de crédito.
Manejada con responsabilidad, una tarjeta de crédito puede ser un gran activo para tu empresa.
Y como has podido ver en este blog, dar un buen uso a este instrumento es fácil.
Cuidar tu tarjeta de crédito empresarial es importante no solo por un tema de sobreendeudamiento. La forma en que la administras determina tu acceso al financiamiento de la banca en el futuro. Esto puede hacer la diferencia entre el crecimiento y la quiebra.
V. ¿Por qué un crédito comercial es mejor que uno personal para financiar tu pyme?
Estás emprendiendo un nuevo negocio y quieres adelantar algo de financiamiento pidiendo un crédito personal. La tentación de solicitar un crédito puede ser muy grande, pero ten cuidado con pedir uno personal. Te explicamos por qué.
Sabes muy bien que el banco o la caja de ahorro y crédito no te dará todavía el préstamo comercial que necesitas porque estás recién empezando y te falta historial financiero para ello.
Sin embargo, pedir un préstamo de este tipo para financiar tu empresa puede terminar dándote más de un dolor de cabeza y acabar con tu negocio antes de tiempo.
No eres tú, es tu empresa
Nadie pone en duda tu responsabilidad de pago. Pero si usas un crédito personal para financiar el despegue de tu emprendimiento, más adelante podrías enfrentar problemas contables y financieros.
El dinero que una institución financiera bancaria y no bancaria presta a través de un crédito comercial consiste de una carga financiera que se adhiere a la personalidad jurídica de la empresa, y no se asocia al historial financiero de una persona natural.
Asimismo, el capital es usado para fines comerciales, no personales. Por ende los plazos, precios y montos están configurados para ese destino, y la evaluación crediticia del cliente considerará la capacidad de pago y endeudamiento de la empresa, no del individuo como persona natural.
El problema, precisamente, es cómo justificar el retiro del dinero de la contabilidad de tu empresa si lo pides como persona natural, para pagar las cuotas de un crédito personal, y cómo saldrá esto reflejado en el historial tributario de tu compañía.
Es decir, “auto-devolverte” ese dinero terminará siendo engorroso.
El crédito de consumo personal
Este préstamo tiene como objetivo financiar a personas naturales que darán al dinero un destino de gasto sin retorno directo, como comprar un auto, financiar un viaje, o bien pagar la tarjeta de crédito.
Las características de este crédito están asociadas al nivel de ingresos y cómo genera ingresos una persona natural. Por ejemplo:
- Ante los ojos de un banco el trabajador que lleva muchos años en una empresa con un sueldo estable tiene un riesgo menor y el precio del crédito será más bajo.
- Sin embargo, un banco es más restrictivo con un trabajador independiente, con flujos mensuales inciertos (emite boletas de honorarios o trabaja part time).
El crédito comercial
Las empresas necesitan financiamiento para otros objetivos en vez de gastos sin retornos directos, ya sea financiar capital de trabajo o algún activo productivo.
¿Qué es un activo productivo? Todo bien que sea capaz de generar un beneficio futuro para la empresa.
En un crédito comercial, el banco debe determinar el comportamiento y capacidad de pago a futuro de la empresa, que tiene una personalidad jurídica, para dar fiel cumplimiento a la obligación que el cliente adquiere al contratar un préstamo. Esta corresponde a la devolución del capital inicial más los intereses.
Estas variables se determinan considerando la información contable e ingresos del negocio, las proyecciones de ingresos, y otra información fidedigna que permita diseñar un cuadro de pago en créditos en cuotas o en un vencimiento acorde a la realidad de la pyme.
Diferencias entre crédito personal y préstamo comercial
En el banco, la cooperativa o caja de ahorro y crédito, el proceso de evaluación de riesgo de ambos tipos de créditos sigue los mismos pasos, pero las consideraciones y características varían.
- Desfase de tiempo. Los montos, cuotas y plazos de un crédito personal no necesariamente coinciden con los tiempos de generación de ingresos de la pyme.
- Riesgos diferentes. Las empresas tienen riesgos inherentes distintos al de las personas; por lo que se evalúan distinto. Si la persona enfrenta problemas con el negocio posterior al crédito, no podrá usarlos como justificación para solicitar una repactación del préstamo.
- Precios distintos. Los créditos comerciales tienden a ser un poco más caros que el crédito de consumo. Pero los montos de los préstamos personales tienen un límite menor a lo que normalmente para financiar tu pyme.
Es cierto, una persona natural puede darle el destino que quiera a su crédito de consumo. No obstante, en el caso de financiar un emprendimiento, el beneficio en el corto plazo de este dinero puede terminar generando problemas más adelante.
Este es uno de los tantos malos hábitos de mezclar las finanzas personales con los negocios que te aconsejamos evitar. Si quieres saber más, entiende por qué es complejo utilizar tu cuenta corriente para manejar las platas de tu empresa, o bien usar la cuenta de tu empresa para gastos personales.
VI. Esto debes saber para dejar una garantía en un crédito empresarial
Siguiendo la misma línea del post anterior, imagina que ya tienes suficiente capital y quieres hacer crecer tu pequeña y mediana empresa (pyme) de servicios tecnológicos para la Gran Minería. Para ello, estás evaluando solicitar un crédito empresarial.
Es el primer crédito que pedirías como pyme, ya que iniciaste tu compañía con tus propios ahorros y fondos de familiares y amigos.
Las finanzas de tu empresa están sanas y hay caja suficiente para financiar los gastos administrativos y operacionales. No obstante, el monto que requieres para esta nueva inversión supera tu capital disponible.
Quieres evitar quedar sin fondos, así que prefieres solicitar un préstamo para empresas, para tener más holgura y margen de maniobra.
Es así que ya te acercaste a varios bancos de la plaza a cotizar. Y varios de ellos te solicitan una garantía para crédito de respaldo.
Entiendes la necesidad, pero estás un poco renuente a dejar como prenda tu maquinaria o insumos claves de la empresa, por temor a que no puedas ocuparlos para tu negocio hasta que termines de pagar el crédito.
Aquí te explicamos cómo funciona este mecanismo que asegura la operación de crédito entre tu empresa y el banco.
¿Qué es una garantía?
Es un contrato que busca ofrecer mayor seguridad y certeza al cumplimiento del pago de una deuda.
En el caso de un préstamo, el banco, al igual que tú, tiene todo el derecho a que le aseguren que la operación será un éxito. Y constituir una garantía de crédito es el mecanismo para ello.
Según explica el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), los tipos de garantías más comunes son la hipoteca de una propiedad o la entrega de un bien mueble de valor (maquinaria, mobiliario, vehículos, etc.) en prenda para asegurar el pago de obligaciones presentes o futuras entre un deudor (u individuo o una empresa) y el acreedor (el banco u otra institución que presta el dinero).
Las clases de garantías son personales o reales. En el caso de las garantías personales, un tercero (aval) se compromete a pagar la deuda del deudor si éste no es capaz de hacer el pago.
Con las reales, en cambio, el deudor respalda sus obligaciones del crédito con un bien (de su propiedad); la hipoteca y la prenda son garantías reales.
En el caso de tu pyme, por tratarse de un crédito empresarial, el tipo de garantía que deberías dejar es real, sea tu casa, oficina u otro tipo de bien raíz; maquinaria o insumos valiosos de tu negocio en caso de dejar una prenda.
¿Cuáles son las consecuencias de dejar una garantía?
Los bienes muebles o inmuebles que dejas en garantía para un crédito siguen siendo de tu propiedad, pero aplican ciertas restricciones para su uso.
Según explica la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), no puedes venderlos o dejarla comprometida en venta sin contar con el consentimiento del banco o institución que te prestó el dinero.
Cuando termines de pagar el crédito, tampoco puedes vender, gravar, o arrendar la casa o el bien en prenda en cuestión así como así. Debes esperar la liberación de estas garantías.
En el caso de la hipoteca, el banco debe “alzar la garantía” ante el Conservador de Bienes Raíces. En el caso de la prenda mueble, como maquinaria o parte de tu producción, el banco también debe notificar que está liberada.
Ahora bien, gracias a Ley 20.855, el consumidor puede disponer libremente de su auto o propiedad dada en garantía una vez que la institución financiera que le entregó el préstamo le informe que la obligación está pagada. Y el gasto en trámites para liberar esa garantía corre por cuenta del banco.
¿Por qué son necesarias?
Las garantías son resguardos que debe adoptar el banco para reducir el riesgo de prestarte dinero en caso de que no puedas con tus obligaciones crediticias y no tengas un aval que te respalde.
Incluso, a veces sucede que un garante o aval no puede pagar, por ende la garantía crediticia es un mecanismo de seguridad confiable para tí y el banco.
Conclusión
Ahora sabes que las finanzas es mucho más que números. Hay toda una dimensión relacionada con buenas prácticas y conocimiento del sistema financiero que no se enseña en las universidades.
Sin embargo, este aspecto de la vida del emprendedor es clave para lograr el éxito.
Esperamos que esta guía de buenas prácticas financieras para emprendedores te sirva para llevar una administración adecuada y conseguir el nivel de ingresos que deseas.
Guía pyme de decisiones financieras sostenibles
En esta guía pyme de decisiones financieras sostenibles, enumeramos algunos temas basados en buenas prácticas para quienes han caído en los errores típicos de las pyme, con la esperanza de que los emprendedores puedan identificar a tiempo cuáles son sus áreas de oportunidad y hacer prosperar su negocio.