Así como las personas tienen gastos con los que cumplir para mantener una vida ordenada, las empresas, independientemente de su tamaño, deben identificar y tener un orden de sus gastos.
Si estás comenzando un emprendimiento y dudas acerca de cómo identificar los gastos, en este blog te entregamos una guía con algunos de los ejemplos más habituales.
Al tener una empresa, es vital mantener un seguimiento de los ingresos y gastos, no solo para efectos fiscales, sino para llevar un orden y funcionamiento adecuados.
Si los ingresos son el dinero obtenido por la venta del producto o servicio, el gasto, por su parte, es el capital que la empresa gasta en insumos, arriendo, sueldos, cuentas o cualquier elemento o actividad que mantenga al negocio funcionando.
Antes de entrar de lleno en los ejemplos de gastos en una pyme, es importante saber que tanto los gastos como los costos son divididos en dos grandes grupos.
Por un lado existen aquellos que son fijos, y tal como lo dice su nombre, no varían en función del nivel de ventas o actividad que tenga la empresa.
Por otro lado existen los gastos variables, los que pueden aumentar o disminuir de manera voluntaria o involuntaria y varían dependiendo de la cantidad de actividad que tenga el negocio. Por ejemplo, si la demanda es muy alta, el gasto en materia prima aumentará.
Arriendo de instalaciones: El arriendo de un inmueble es, probablemente, el gasto fijo más importante para una empresa, independiente sea su tamaño. Es un valor que no varía, no importa si toda la oficina está de vacaciones o si un mes se vendió más o menos.
Suministros básicos: Para que una empresa funcione correctamente, es necesario contar con suministros básicos tales como el agua, luz, internet, teléfono o calefacción. Estas son cuentas que pueden variar dependiendo del uso, pero que si o si están presentes en la facturación mensual.
Sueldos y mano de obra: El desembolso que hace mes a mes una empresa para pagar a los vendedores, manufactureros, especialistas, y a todos los trabajadores, es un gasto que hay que tener en cuenta. Este puede variar dependiendo de la cantidad de personal, pero existe la posibilidad de necesitar más mano de obra en momentos específicos.
Materiales: Ya sean insumos de oficina como hojas de papel, tinta para la impresora, lápices y softwares de computación, hasta la materia prima necesaria para la fabricación del producto, es un gasto que, si bien hay que considerar mes a mes, puede variar dependiendo de la demanda.
Desarrollo de sitio web: Darse a conocer en internet es una importante estrategia para captar clientes calificados, por lo mismo, tener un sitio web es de suma importancia. Si no cuentas con un equipo especializado, es probable que lo tengas que añadir a la lista de tus gastos, o bien la contratación de los servicios de un proveedor externo. La inversión inicial sería el gasto más duro, y luego se mantendría en un pago por mantención mensual.
Es importante que tengas la capacidad de analizar tus gastos de manera ordenada y detallada. Entenderlos y controlarlos de una manera eficiente es la receta para tener una empresa bien gestionada y sin problemas de financiamiento.
Recuerda que no todos los gastos son fijos y que son bastantes los que mutan, dependiendo del avance o retroceso que pueda tener tu empresa.