Para asesores y expertos del mundo del emprendimiento es habitual recibir muchas propuestas y nuevas ideas de negocios. Sin embargo, no todas las ideas proyectan un alto crecimiento en el tiempo, por lo que no siempre están dispuestos a asesorar
¿Tienes una buena idea de negocio pero necesitas apoyo para emprender y asesoría de expertos de la industria para su desarrollo?
Las empresas que brindan este apoyo son muy selectivas, ya que suelen recibir ideas buenas pero poco desarrolladas, buenos planes de negocios pero poco detallados o equipos de emprendedores con diferencias que complican su funcionamiento.
Las incubadoras de negocios son el espacio ideal para el desarrollo de empresas que están en sus etapas iniciales.
Se trata de startups que tienen como objetivo acelerar el proceso de crecimiento y asegurar el éxito de estas Pymes, proyectos y empresas emprendedoras por medio de una amplia variedad de servicios y recursos empresariales, entre los que destacan: arriendo de espacios físicos (desde oficinas hasta laboratorios), coaching, asesoramiento, capitalización, networking (o red de negocios) y cualquier otro servicio más básico como la limpieza o las telecomunicaciones.
Estos recursos son administrados por expertos capacitados en guiar y orientar a las personas que forman parte de las Pymes solicitantes de recursos al que quieren orientar su negocio.
Sin embargo, para que las incubadoras puedan brindar este apoyo financiero, técnico y profesional, deben valorar primero varios aspectos sobre la idea del proyecto en cuestión, como la tecnología que se requiere, las ventajas competitivas, el futuro de la industria o sector al que apunta, recursos humanos, la viabilidad, el enfoque del negocio, el grado de innovación de la idea, entre otras variantes.
En Chile existen muchas organizaciones incubadoras de negocios, diseñadas especialmente para acelerar el crecimiento e impulsar el éxito de las Pymes. Estas poseen periodos de postulación abierta en los que emprendedores presentan sus proyectos y son seleccionados para ser acogidos.
Si bien cada incubadora de negocio puede aplicar sus propias normas en cuanto a los programas de apoyo que ofrece, existen tres fases iniciales al momento de brindar apoyo a cualquier Pyme o proyecto de negocio.
1. Pre-incubación: se trata de la fase inicial del proyecto de incubación para aquellos proyectos de negocio que aún no comienzan. Esta etapa tiene como objetivo el desarrollo, la optimización y la planificación estratégica del proyecto, además de la definición del modelo de negocio, el público objetivo y su plan estratégico de acción.
A partir de esta primera definición, los nuevos proyectos reciben la capacitación que necesitan para luego realizar la puesta en marcha de forma definitiva en la siguiente etapa, que es la incubación.
Esta primera etapa es la fase donde se fortalece y asegura la calidad del proyecto a emprender, aplicando todos los procesos de investigación de mercado que necesite. El final de esta etapa, es la constitución legal de la empresa. La duración aproximada de la primera fase es de unos seis meses aproximadamente.
2. Incubación: en esta etapa intermedia, se puede apreciar la evolución del negocio a lo largo del tiempo gracias al desarrollo del plan de negocio que se elaboró previamente. Consta en dividir las diferentes tareas entre departamentos, como pueden ser, producción, logística, marketing, contabilidad, etc.
En esta etapa se lleva a cabo seguimiento del impacto real del proyecto, con la finalidad principal de conseguir su desarrollo óptimo y el buen crecimiento del mismo. El objetivo primordial de esta segunda etapa, es llegar a asentar el negocio y encontrar una buena financiación. La duración aproximada de esta segunda etapa está entre los 12 y 18 meses.
3. Seguimiento: fase final de proceso, donde se realiza un seguimiento de la evolución del proyecto para evaluar sus expectativas de crecimiento y expansión, tanto a medio como a largo plazo.
Esta etapa es cuando la incubadora observa de cerca el crecimiento y la consolidación del proyecto, para ayudarlo a conseguir un mayor éxito en el mercado. La duración aproximada de esta fase es de entre 6 y 12 meses. Sin embargo, la incubadora no se desliga completamente del negocio, ofreciendo por lo general asesoría constante y por un tiempo indefinido. Esta es otra de las ventajas de que una idea o proyecto participe en un proceso de incubación.
Las incubadoras de negocios pueden ser financiadas con fondos públicos o privados. Todas aquellas incubadoras que nacen de universidades, o cualquier entidad pública, son financiadas con capital público, en este caso con un programa otorgado por CORFO.
Se trata del Programa Nacional de Incubadoras de Negocios de CORFO, encargado de entregar financiamiento para la operación de incubadoras de negocios que se encuentran en etapas de creación, puesta en marcha, desarrollo, operación y sustentabilidad, y que tienen como foco apoyar emprendimientos innovadores y de alto potencial.
El programa también apoya el financiamiento de Aceleradoras Corporativas que buscan, por medio de programas rápidos de acompañamiento, aumentar la velocidad de crecimiento de los emprendimientos, facilitando así la conexión con el mercado y la obtención de inversión privada.
Para esta etapa CORFO otorga un financiamiento de hasta $150MM al año para respaldar el 75% del costo total del proyecto. El porcentaje restante debe ser aporte del beneficiario en efectivo o pecuniario, con un monto igual o superior al 20% del monto de subsidio solicitado a CORFO.
CORFO otorga hasta $150MM anuales para financiar el 65% del costo total del proyecto. El porcentaje restante también será aporte del beneficiario y deberá considerar en efectivo o pecuniario, un monto igual o superior al 35% del monto de subsidio solicitado.
En este caso, el apoyo económico de hasta $150MM al año para financiar el 50% del costo total del proyecto. De igual modo, el resto del porcentaje será aporte del beneficiario y deberá considerar en efectivo o pecuniario, un monto igual o superior al 50% del monto de subsidio solicitado a CORFO.
Para las aceleradoras corporativas CORFO otorga hasta $100MM anuales para financiar el 50% del costo total del proyecto. De igual modo, el porcentaje restante es aporte del beneficiario y deberá considerar en efectivo o pecuniario, un monto igual o superior al 50% del monto de subsidio solicitado a CORFO.
Las incubadoras asumen un porcentaje de participación de los negocios e ideas que incuban, por lo mismo el emprendedor deberá tenerlo en cuenta cuando solicite financiación a una incubadora.
Por lo general, el interés de las incubadoras no es convertirse en socios mayoritarios, sino más bien invertir en una idea de negocio con la que se sienta identificada y comparta objetivos para, después de un tiempo, desinvertir el capital y obtener beneficios.
Lo que el emprendedor debe considerar antes de optar por recibir el financiamiento de una incubadora, es que perderá la libertad de enfocar su proyecto parcialmente.
En síntesis, el objetivo principal de las incubadoras es ayudar a la creación y el crecimiento de nuevas o jóvenes empresas, proporcionándoles la ayuda necesaria tanto en servicios técnicos como financieros para su desarrollo y éxito.
Si consideras que tienes una idea de negocio innovadora, relevante para las unidades de negocio, con buena proyección de futuro y escalable, no dudes en presentar tu proyecto a alguna de las incubadoras de negocios disponibles en Chile.