Nadie inicia un nuevo negocio con la idea de fracasar, sin embargo es un riesgo que siempre está presente y hay que saber hacerle frente.
Conoce ahora las razones que ponen en peligro la supervivencia de tu emprendimiento y cómo lidiar con esta desagradable situación, sin arriesgarte a que desaparezca por completo.
Tras un análisis de los problemas en el entorno emprendedor, la revista Entrepreneur y el portal educativo de negocios, Management Study Guide, han identificado algunos de los principales motivos por los que un emprendimiento fracasa y son:
Si no tienes un plan que respalde la idea de negocio, estudie al mercado, analice la política de precios, costos, rentabilidad, inversión necesaria y financiamiento, es complicado que puedas hacer proyecciones y, sobre todo, consigas apoyo financiero para sostener la etapa inicial.
Ningún producto es perfecto al comienzo, ni tampoco ninguna estrategia es infalible.
Lo importante es que des los primeros pasos y perfecciones tus tácticas en el camino. Si demoras mucho en iniciar, alguien más podría implementar tu idea y ocupar el nicho que has ubicado para ti.
Si no ejercitas tu capacidad de adaptación a los clientes y al mercado (que en general son muy dinámicos y cambiantes), tu empresa queda rezagada y la competencia vence.
Escucha a los clientes y conoce el comportamiento del mercado continuamente.
Seguramente esto lo has asumido, pero vale la pena mencionarlo. Asume que tu negocio necesita dedicación, tomar decisiones difíciles y hacer diversos sacrificios.
Además, son claves tu paciencia y perseverancia, pues los beneficios probablemente no aparezcan en el corto plazo.
La crisis de efectivo que surge del desequilibrio entre las cuentas por pagar y las cuentas por cobrar es más común de lo que piensas.
Contempla la posibilidad de incluir fuentes de financiamiento externa, pero siempre llevando un orden y evitando utilizar el capital para aspectos que no forman parte de tu estrategia.
Los líderes de negocio que no se involucran en el funcionamiento básico del negocio, pierden el control del mismo.
Participa en el día a día de tu empresa, por lo menos hasta que ya esté puesta en marcha, pues eres tú el principal conocedor de los objetivos a cumplir y, por lo tanto, eres tú quien debe supervisar todas las acciones que se generan en tu empresa para alcanzarlos.
Por otra parte, rodéate del mejor talento, pues depende de la fortaleza de tu equipo la posibilidad de sacar adelante todos los desafíos que se presentarán.
Las empresas que alcanzan su punto máximo, temprano o tarde, pierden la curva de aprendizaje correcta que conduce al éxito: ideación, incubación y ejecución.
Cuando la empresa crece tan rápido y no cuenta con un plan estratégico realista y sostenido, termina muriendo gracias a su propio éxito y, por otro lado, si también demora mucho en crecer, se vuelve vulnerable al fracaso.
Ahora bien, a pesar de que estas razones te dan una mejor idea para evitar el fracaso, no son garantía de que no suceda. Ten en cuenta que caer es válido, pero levantarse es obligatorio.
Según Portal Pyme, si por alguna u otra razón, las cosas no suceden como esperas, para superar el fracaso de tu emprendimiento necesitas:
Por su parte, la revista de negocios Inc., explica que el fracaso no debe ser percibido como el fin del viaje emprendedor, sino como una parte significativa y beneficiosa del mismo, por ello es importante que consideres que:
Emprender no es fácil, pero sí es posible. La clave está en que consideres los factores que pueden reducir al máximo los riesgos que rodean a tu negocio desde la etapa inicial.
Ahora que ya sabes qué evitar, cuida todos los detalles en tu empresa y, en caso de fallar, aprende y vuelve a intentar. ¡No desistas!