Crisis de pareja, de edad o económica. La sola idea de que se presente una genera agobio. Algunas son inevitables y forman parte del crecimiento emocional de las personas, pero otras son predecibles, por lo mismo, eludibles.
Como las crisis financieras, que definimos a continuación para que justamente aprendas a evitarlas.
Los motivos que pueden desencadenar una crisis financiera personal son diversos. Desde falta de educación en el tema, malas prácticas de gasto y poco o nulo ahorro, hasta apatía con respecto a los sucesos de la economía mundial.
No hace falta que vivas todo esto para que aprendas de ello. Puedes evitar el colapso de tu billetera enfocándote en dos grandes acciones:
- Primero, deja de pensar que la estabilidad económica es solo para gente que gana muchísimo dinero. Incluso viviendo modestamente puedes conseguir estabilidad.
- Segundo, enfócate en cambiar todos esos malos hábitos que te llevaron a sufrir esta crisis en primer lugar.
Para que tengas éxito, te recomendamos adoptar estas 5 prácticas que te ayudarán a prevenir una crisis financiera personal:
1. Infórmate
La educación financiera es vital para evitar la quiebra personal. No por nada la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la define como un proceso mediante el cual los individuos desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas para mejorar su bienestar, según el portal web Educación Financiera.
Dado que es un proceso, este aprendizaje no es un fin en sí mismo, sino un medio que avanza día a día.
Consulta páginas de educación financiera como Con Letra Grande, busca bibliografía relacionada con finanzas y gente de negocios que cuenta cómo han hecho crecer sus empresas y mantente al día sobre lo que acontece en el mundo.
En definitiva, involúcrate en la administración de tu negocio más importante: tu propia vida financiera.
2. Planifica
En finanzas, al hablar de planificación, nos referimos a ordenar el presupuesto. Para eso, organiza tus ingresos y gastos para que nunca te falte liquidez, incluso en temporadas difíciles. La mejor forma de hacerlo es siguiendo el esquema “70-30”.
Como recomienda el experto argentino en finanzas Rodrigo Nadal, debieses destinar el 70% de tus ingresos para cubrir los gastos básicos y el 30% restante dividirlo, en partes iguales, entre ahorro, pago de deudas y entretenimiento, informa el diario El Observador.
Ten en cuenta que de todos los gastos que tienes en el año, algunos son más recurrentes e importantes que otros.
¿Quieres saber cuánto es el máximo que puedes gastar? Guíate por los parámetros que recomienda el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y ayúdate con su calculadora de presupuesto familiar.
Carga financiera máxima recomendada por Sernac según tramo de renta o ingreso líquido:
- $200.000 - $600.000: 25%
- $600.001 - $1.300.000: 40%
- $1.300.001 - $2.500.000: 50%
- $2.500.001 y más: 55%
Por eso, si te acostumbras a diseñar un presupuesto (y respetarlo), tu economía tendrá bases más solidas para sortear posibles crisis.
3. Ahorra
Ya que hablamos de mejorar tus costumbres, una que no puede faltar en tus buenas prácticas financieras es el ahorro.
Recuerda que lo más importante no es la cantidad sino la constancia. Una vez que adquieras el hábito, notarás que hasta disfrutarás dejando parte de tu dinero a resguardo.
Asimismo, el portal web Financiera Mexicana enfatiza que la idea es que tu cuenta de ahorros albergue el equivalente a entre tres y seis meses de tu salario. De esta forma, en caso de quedar cesante, tendrás cobertura durante un tiempo mientras buscas un nuevo trabajo.
4. Evita la deuda innecesaria
Cuando más del 30% de tus ingresos se va en pagar deudas, quiere decir que estás sobre endeudado, según estimaciones del portal web Inversión & Finanzas.
Si es tu caso, te damos las claves para romper este círculo vicioso. Lo primero que tienes que hacer es tomar conciencia de tus derechos y obligaciones como deudor.
¿Ya conoces tus derechos? Bien, ahora pon manos a la obra para salir de tus deudas con esta guía. Recuerda que siempre se puede rectificar el camino, pero lo que no se vale es entrar en una deuda para salir de otras.
5. Acumula un fondo de emergencia
Guardar dinero para emergencias es tan relevante y viable como ahorrar para alcanzar una meta particular como pagar el pie del crédito hipotecario de tu vivienda, comprar un automóvil o salir de viaje a fin del año.
Destina, entonces, un porcentaje de tus ingresos que te protegerá en caso de un imprevisto: la llegada de un nuevo integrante en la familia, ser víctima de un delito o sufrir una accidente, contraer una enfermedad catastrófica. En fin, situaciones que, por no formar parte de tus planes, quedan fuera de tu presupuesto.
Mientras aportas a este fondo, mentalízate para que solo toques este dinero en casos de emergencia.
Conclusión
Una crisis económica personal se puede prevenir cuando cambias tus hábitos y adoptas buenas prácticas financieras.
Administra responsablemente tu dinero con un presupuesto organizado, acostúmbrate a ahorrar, evitar las deudas innecesarias y alimenta un fondo para casos de emergencia. De esta forma, estarás creando un entorno financiero seguro para ti y los tuyos.
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